El dromedario o camello arábigo (Camelus dromedarius) es una especie de mamífero artiodáctilo de la familia Camelidae.
Es similar al camello bactriano (Camelus ferus), del que se diferencia por su pelaje generalmente más corto, cuerpo
menos robusto y presencia de una joroba en lugar de dos. No se reconocen subespecies.
Descripción
Como su primo asiático, es un tilópodo sin cuernos, con los orificios nasales formando aberturas oblicuas, el labio
superior dividido y movible por separado y extensible, con pezuñas, el abdomen elevado y patas largas y delgadas.
Su anatomía muestra todo tipo de adaptaciones a la vida en los desiertos cálidos y arenosos donde vive: las rodillas y
tobillos tienen callosidades que las hacen más resistentes al ardor de la arena cuando se sientan, sus pestañas largas
y finas mantienen los ojos a salvo de que les entre arena, y en la joroba mantienen un depósito de grasa del que pueden
nutrirse e incluso generar agua si es necesario. Su capacidad de resistencia ante la deshidratación los ha hecho unos
animales muy valiosos en el desierto. El dromedario puede llegar a beber hasta 150 litros de agua en muy poco tiempo.
Distribución
Los dromedarios son originarios de la península arábiga, aunque han sido introducidos por el hombre en multitud de
lugares, y no son raros los casos en que estos animales han escapado y formado poblaciones semisalvajes. A modo de
ejemplo se pueden citar los camellos del Sáhara, introducidos por primera vez en la época romana, y los de Australia,
que llegaron allí durante las exploraciones inglesas del siglo XVIII, a partir de ejemplares transportados desde las
Islas Canarias. El uso de este animal como motor de trabajo en las tareas agrícolas ha sido común en dicho archipiélago
hasta la reciente industrialización, generándose términos propios como guelfo, para definir a la cría del dromedario.
Introducción en Australia
El dromedario fue introducido por el hombre en Australia durante el siglo XIX.
La mayor parte de los ejemplares de la isla provienen de las islas Canarias (Lanzarote y Fuerteventura). Fueron importados para
funciones de transporte antes de la aparición del motor a explosión.
Con la introducción de camiones y automóviles en los años 1920, el dromedario perdió su lugar en la economía australiana, y un gran
número de ejemplares fueron abandonados en el desierto.
La población de dromedarios australianos se ha naturalizado, y aumenta de manera geométrica, doblando la población cada 8 a 12 años.
Actualmente, las fuentes del gobierno australiano estiman la población en un millón de cabezas.
Longevidad
El Dromedario puede vivir hasta 40-50 años.