Oso negro

Ursus americanus

Clasificaión científica
Reyno: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Carnivora
Familia: Ursidae
Género: Ursus
Especie: Ursus americanus
Estado de conservación:
El oso negro, también llamado oso negro americano, es una especie de mamífero carnívoro de la familia de los úrsidos. Es el oso más común en Norteamérica. Se encuentra en una superficie geográfica que se extiende desde el norte de Canadá y Alaska hasta la Sierra Gorda de México, y de las costas atlánticas, a las costas pacíficas de Norteamérica. Está presente en un gran número de Estados estadounidenses y en todas las provincias canadienses. Prefiere los bosques y las montañas donde encuentra su comida y puede ocultarse. La población de osos negros era, hace tiempo, seguramente de dos millones de individuos . En la actualidad, la especie está protegida y se considera que existen entre 500.000 y 750.000 osos negros en ese continente.

Más pequeño que el oso pardo y el oso polar, este animal presenta un color de piel más o menos oscuro según las regiones, que van del negro al blanco, pasando por el rojizo y el gris plateado.

Se reconocen 16 subespecies, algunas amenazadas. El oso negro no hiberna en sentido estricto, sino que pasa el invierno en un estado de somnolencia, viviendo de las reservas de grasas acumuladas durante el otoño. Es omnívoro, aunque su régimen alimentario es su mayor parte vegetal.

Contrariamente a los prejuicios, el oso negro es un buen nadador y trepa fácilmente a los árboles para escapar de un peligro. Durante mucho tiempo cazado por su piel, hoy sufre la reducción de su medio natural.
Descripción
El oso negro mide generalmente entre 140 y 200 cm de largo. Su altura hasta la cruz es de entre 100 y 130 cm.

El oso negro es más pequeño que el oso polar y el oso pardo. Su peso depende de la edad, del sexo del animal y la temporada: en otoño, el oso negro engorda y acumula reservas de grasa con el fin de pasar el invierno. Las hembras pesan entre 40 kg y 180 kg (media de 70-80 kg), mientras que los machos pesan entre 60 y 275 kg (media de 120 kg). Se encontró un macho de 400 kg en el condado de Craven en Carolina del Norte5.

El color del pelaje varía del negro al blanco, pasando por numerosos matices: chocolate, marrón, canela y rubios son colores bastante más frecuentes en los bosques del oeste de Estados Unidos y en Canadá que en las regiones del este. Al sur de Alaska y en la Columbia Británica vive el Oso Kermode llamado también spirit bear, una subespecie de oso negro cuyo pelo es de un tono blanco mate. Osos de un gris azulado ocupan la bahía de los Glaciares en Alaska. Todos estos animales pertenecen a la especie del oso negro americano. Los albinos son muy raros. Algunos individuos tienen una o más manchas blancas sobre el cuello o en el pecho. El oso negro muda y su gruesa piel le protege contra las picaduras de los insectos y contra los rigores del invierno.

Los osos negros son capaces de tenerse de pie y de andar sobre sus patas traseras: éstas son ligeramente más largas (13 a 18 cm) que las patas delanteras. Cada pata está dotada con cinco dedos con garras no retráctiles utilizadas para rasgar, cavar y subir a los árboles. Un golpe de una pata delantera basta para matar a un ciervo adulto.

El oso negro posee ojos pequeños, orejas redondeadas, un largo morro puntiagudo de color marrón, y una cola relativamente corta (8-14 cm). Sus ojos son marrones. Su visión no es especialmente buena pero la experiencia pone de manifiesto que le permite distinguir los colores. En cambio, su oído y su olfato están muy desarrollados; su lengua ágil y sus labios móviles le permiten comer pequeñas bayas y hormigas. Por último, su perfil facial recto y su morro puntiagudo lo diferencian del Grizzli que vive también en América del Norte. El oso negro es sin embargo más pequeño.
Distribución y hábitat
El oso negro ocupa un espacio incluido entre las regiones septentrionales de Alaska y México. Se encuentra desde el litoral del Atlántico a las costas del Pacífico. Prefiere igualmente los bosques y las zonas arbustivas y puede adaptarse a climas y medios naturales muy variados: frecuenta tanto las ciénagas y los bosques subtropicales del sureste de los Estados Unidos (Luisiana, Alabama, Florida, etc.) como las altas montañas del suroeste, entre 900 y 3.000 metros de altitud o también la tundra del Labrador. En México, vive principalmente las regiones más montañosas del norte del país, tanto en la Sierra Madre Oriental como en la Sierra Madre Occidental y la región más meridional dentro del continente donde habitaba esta especie fue en las zonas de mayor altitud de la Sierra Norte de Jalisco hasta la Reserva de Biosfera de Sierra Gorda. Vive también en los bosques mixtos del sureste del Canadá y el noreste de los Estados Unidos, pero también en el sur de los montes Apalaches. Está en cambio casi ausente de las zonas áridas de Norteamérica.

Al final del invierno, el oso negro deja su refugio y busca comida a altitudes medias y en los valles expuestos al sol. A medida que el verano se acerca, recupera altitudes más elevadas. El bosque constituye un medio favorable para el oso negro que puede ocultarse y protegerse del sol.
Comportamiento
A pesar de su tamaño y su peso, los osos negros son asombrosamente ágiles en sus movimientos. Se desplazan en función de la temporada para buscar su comida. Suben fácilmente a los árboles para escapar al peligro, gracias a sus músculos dorsales potentes y a sus garras. Pueden correr hasta 55 km/h.

El oso es un animal plantígrado, es decir va colocando enteramente la planta de los pies sobre el suelo. Utiliza paso de marcha. Es, por otro lado, un excelente nadador y es capaz de cruzar un lago para llegar a una isla.

En agosto de 2004, se encontró a un oso negro salvaje ebrio después de haberse bebido 36 botellines de cerveza en el estado de Washington, al noroeste de los Estados Unidos. El oso había abierto el refrigerador de un campista y había utilizado sus garras y sus dientes para perforar las botellas.

El oso negro es un animal, la mayor parte del tiempo, solitario, excepto durante el período de celo y en la relación que mantiene la madre con sus oseznos. Los osos pueden reunirse de vez en cuando en las zonas de abundancia de alimento. Salen generalmente de día, excepto en los sectores donde hay mucha población humana: prefieren entonces la noche, para evitar los encuentros con el hombre.

Contrariamente a los prejuicios, los ataques de osos negros contra los hombres son raros: se contabilizaron menos de 36 ataques mortales a lo largo del siglo XX. Si la hembra grizzly no duda en defender a su pequeños, la osa negra no ataca a los hombres para proteger su progenie.

Los machos rasguñan los árboles, para comunicarse quizá, durante la temporada del acoplamiento y para señalar sus territorios. Utilizan también sus olores. Estos territorios varían entre 20 y 100 km² y cubren los de varias hembras.

En caso de amenaza, los oseznos emiten gritos que se asemejan a llantos cuando tienen miedo y los adultos hacen crujir sus dientes . El oso negro se comunica también por expresiones faciales y posiciones particulares. Cuando se levanta sobre sus patas posteriores, es para oler un peligro, un olor intrigante o ver mejor.

Los osos negros figuran entre los mamíferos más inteligentes: se les adiestra a menudo para realizar números de circo. Su cerebro es relativamente grande comparado al tamaño de su cuerpo.

Los osos negros pasan el invierno en un estado de somnolencia: eso significa que pueden reaccionar a un ataque de otro animal. Cuando los días disminuyen, secretan una hormona que actúa como un somnífero. Su ritmo cardíaco pasa entonces de 50 a 10 pulsaciones por minuto. La temperatura del cuerpo disminuye ligeramente (menos de 31 °C, lo que representa 6,8 °C por debajo de la temperatura corporal del verano) ya que su masa es grande (pierden, pues, más fácilmente su calor que los pequeños mamíferos que hibernan). Pasan todo el invierno sin comer, ni beber, ni orinar, ni defecar y salen de nuevo en la primavera. Este estado de inactividad dura de cuatro a siete meses entre octubre y mayo. Esta duración varía en función del clima: cuanto más largo es el invierno, más se prolonga el período de somnolencia. Por ello, ésta no existe en las regiones del sur, excepto para las osas preñadas. Un oso negro puede perder hasta un 30% de su peso durante el invierno.
Alimentación
Los osos negros son omnívoros: los vegetales representan un 75% de su alimentación. Comen gramíneas, hierbas, frutas (avellanas, bayas, piñones, frutas de escaramujos, manzanas...), bellotas y hayucos. Se alimentan también con carroñas, con insectos (avispas, hormigas, abejas, termitas). Atacan más raramente a roedores y cervatillos. Completan su régimen alimentario con salmones, truchas, cangrejos y son aficionados a la miel.

Los osos negros se acercan a veces a los establecimientos humanos (huertas, colmenas, campos, cubos de basura, camping) para encontrar su comida. Pueden atacar a las ovejas o a los cerdos cuando no encuentran otra comida.

Los osos deben almacenar importantes reservas de grasa para pasar el invierno. En otoño, pueden consumir hasta 20.000 calorías por día. Tienen también grandes necesidades de agua.
Reproducción
Las hembras alcanzan su madurez sexual entre los 2 y 9 años contra los 3 ó 4 años para los machos. Los osos negros se acoplan a partir de los dos o tres años en adelante en el curso de los meses de mayo y junio, y hasta agosto en los bosques de frondosas del este. La gestación dura generalmente 6 ó 7 meses. El desarrollo del embrión comienza diez semanas después del acoplamiento: esta implantación diferida permite evitar los nacimientos en otoño. Los oseznos nacen a finales de noviembre a febrero en la osera. Cada parto cuenta con, por término medio, uno o dos oseznos y hasta seis en el este de los Estados Unidos. Pesan cada uno entre 200 a 450 gramos, por término medio 350 gramos. Miden 15 a 20 cm al nacer. Los pequeños nacen sin pelo, con los ojos azules y son ciegos. Se alimentan de la leche materna en la osera durante el invierno. Las hembras amamantan en posición sentada. Cuando salen de la guarida en la primavera, los jóvenes pesan entre 2 y 5 kg; se destetan al cabo de 6 a 8 meses. Solo dejan a su madre a la edad de 16 ó 17 meses, a veces 29 meses. Su supervivencia depende de la aptitud de la madre para enseñarlos a cazar y encontrar una guarida. La madre enseña a sus oseznos a subir a los árboles para escapar a los depredadores. Se ocupa también de buscar la guarida para pasar el invierno. Los machos viven aparte y recorren territorios de 50 a 150 km², englobando aquellos donde viven las hembras; no participan en la educación de los oseznos.

Zoológico de Vallarta A. C.

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