La tórtola turca (Streptopelia decaocto) es una especie de ave columbiforme de la familia Columbidae propia de Eurasia.
Originalmente se extendía por el sur de Asia pero ha colonizado rápidamente toda Europa y el norte de África de forma
natural, y también Norteamérica y Japón, donde fue introducida. Además empieza a encontrarse en puntos localizados de
Sudamérica.
Descripción
La tórtola turca es una tórtola de tamaño medio, de una longitud total similar a la de la paloma bravía aunque su cola es
más larga y es mucho más esbelta. Es un poco mayor que la tórtola europea con una longitud media de pico a cola de 32 cm,
una envergadura alar de entre 47 y 55 cm, y un peso de 125 a 240 g. Su plumaje en general es de color beige grisáceo, con
cierto matiz rosado en la cabeza y el pecho. Su espalda y las coberteras superiores de las alas son de tono marrón claro
uniforme y las de la parte inferior son gris azuladas, y sus primarias son pardas más oscuras. Presenta una característica
lista negra ribeteada de blanco que rodea los laterales y parte posterior de su cuello a modo de collar. Las plumas de su
cola son de color anteado grisáceo por encima, mientras que las de la parte inferior tienen la base negra y el resto es
gris oscuro con la punta blanca. Las plumas laterales de la cola también tienen su terminación blanquecina por encima.
Sus patas son cortas y de color rojizo y su pico es negruzco. El iris de sus ojos es rojo oscuro aunque de lejos parecen
negros porque sus pupilas son muy grandes, y presenta un fino anillo periocular blanco. Ambos sexos tienen una apariencia
virtualmente indistinguible, aunque los juveniles o no tienen collar, o lo tienen poco desarrollado, y el iris de sus ojos
es castaño. Además de la variedad natural en cautividad se crían tórtolas blancas.
La tórtola turca se diferencia principalmente de la tórtola europea, por su plumaje liso, que carece del patrón de color
escamado característico de esta última.
La tórtola turca no es un ave recelosa y se ha adaptado a los espacios urbanos. Aunque es habitual encontrarlas en solitario
o en parejas, es una especie gregaria, pudiendo llegar a concentrarse en grandes bandadas en lugares donde abunda el
alimento. Estas bandadas están compuestas por un número de tórtolas que va desde diez o quince, hasta más de 10.000. Su dieta
natural se compone básicamente de semillas, brotes e insectos. Puede verse tórtolas alimentándose en los parques y los
jardines de las casas, incluso visitando los comederos de aves. Las mayores concentraciones generalmente se encuentran
alrededor de las granjas donde se deja grano caído o se alimenta con él al ganado.
Las tórtolas turcas suelen criar en el entorno urbano donde haya árboles y encuentran alimento. El cortejo del macho
consiste en una exhibición de vuelo, como en muchas otros colúmbidos, en la que realiza un ascenso rápido casi vertical
seguida por un descenso planeando en círculos, manteniendo las alas bajo su cuerpo en forma de "V" invertida.
La tórtola turca anida casi siempre en árboles, de entre los que prefiere las coníferas, y a veces en edificios. El nido es
una plataforma tosca de ramitas, en algunas ocasiones tapizadas con material vegetal más suave. Casi todos sus nidos se
encuentran a menos de un kilómetro de los edificios habitados por humanos. La hembra pone dos huevos en días seguidos.
La hembra incuba los huevos durante la noche y el macho durante el día. La incubación dura entre catorce y dieciocho días,
y los pichones tardan de quince a diecinueve días en emplumar y dejan el nido veintiún días tras la eclosión. La reproducción
puede producirse durante todo el año mientras haya alimento disponible, aunque es raro que se produzca en invierno donde
estos son fríos, y la mayoría de puestas se realiza de marzo a octubre. Es normal que críen tres o cuatro nidadas cada año,
y se ha llegado a registrar hasta seis en un año. A las cinco o seis semanas los jóvenes son completamente independientes.