El xoloitzcuintle o xolo es una raza canina prácticamente sin pelo con promedio de vida entre 12-14 años. Es
originario de México; es presentado en tamaño toy, estandár y mediano. Se le conoce por su endemismo en ese
país y su estrecha relación con la cultura mexica. Su popularidad no es muy alta, comúnmente porque su falta
de pelaje no es agradable para algunas personas, pero para otras y muy especialmente entre los criadores
de xolos, cada ejemplar es muy preciado y valioso, debido también a su inmenso valor histórico, cultural y
biológico, y a su relativa escasez en comparación con otras razas. Existe otra variedad con pelo. Los perros
que nacen con pelo siguen siendo xoloitzcuintles puros, y al cruzar a estos con uno sin pelo, también tienen
crías sin pelo. En una camada pueden nacer cachorros de las dos variedades. Se le agrupa en los tres
tamaños. Las dos clasificaciones mayores se destacan como perros guardianes, el miniatura como perro de
compañía.
Personalidades como Diego Rivera y Frida Kahlo criaron estos ejemplares como mascotas, y los convirtieron
también en animales de culto e inspiración para su obra. Son buenos perros de compañía y guardianes del
hogar, en función del tamaño. A pesar de que no tienen una apariencia atractiva, el xolo es popular entre
algunos por su inteligencia (es fácil de educar), su resistencia y su carácter amigable. Aparentemente,
aquellas personas que aprecian al perro como compañero fiel son las que le han dado una nueva ola de
popularidad en la actualidad. Suelen ser muy deportistas, buenos vigilantes y singularmente tranquilos con
la gente.
Descripción
La raza tiene un rango de peso de 4 a 20 kg. Su falta de pelaje causa una mayor pérdida de calor corporal,
por lo que su cuerpo se ve obligado a mantener una temperatura de alrededor de unos 40 °C. Su apariencia es
similar a la del Pharaoh Hound, con un cuerpo esbelto, ojos estirados, orejas triangulares y rectas y un
cuello largo. En cuanto al pelaje, diferentes individuos pueden presentar diferentes grados de crecimiento
de pelo.
Aunque la piel está expuesta a lesiones, las heridas y fisuras se curan rápidamente. Además, no necesita
cuidados del pelaje, sólo en algunas ocasiones requieren una ducha caliente. Entre las ventajas de su falta
de pelo están que no causan problemas a las personas con alergia al pelo canino (al contrario, se cree que
ayuda a los problemas de alergia) y que las molestias frecuentes en otros perros, como pulgas y garrapatas,
quedan eliminadas. Sin embargo, también es cierto que un ejemplar de la variedad del xoloitzcuintle con pelo
es idéntico a un ejemplar desnudo, salvo por el pelaje. Sin embargo, como estos no han sido sujetos
seleccionados, el pelaje puede presentarse en distintas longitudes. El pelaje más valorado es un pelaje
corto y de colores sólidos en una amplia gama, con manchas blancas en el pecho y en los dedos. Por otra
parte, las orejas también marcan una diferencia, ya que la mayoría de los xolos con pelo no suelen alzar
las orejas, a pesar de que sus hermanos desnudos sí lo hacen.
Ante la falta de pelo, la piel del xoloitzcuintle es extremadamente sensible, por lo que requiere de la
aplicación de crema humectante o de pomadas calientes, de dos a tres veces por semana. En caso de una
exposición constante al Sol, el dueño de la mascota tendrá que untar bloqueadores, para evitar quemaduras.
Estos xolos con pelo son perros modestos, es decir, a la vista no tienen la espectacularidad que tienen los
xoloitzcuintles "desnudos". Se podría decir incluso que son perros "corrientes" o mestizos, ya que conservan
una estructura fenotípica similar al perro prehispánico o mesoamericano, del cual se cree surgió el
xoloitzcuintle original.
Alimentación
Se suele alimentar al perro como si fuese un omnívoro, deduciéndose por ello que la mejor alimentación es la
que fabrica la industria que procesa los desechos del proceso productivo de otras fábricas. En otras
palabras: la comida seca o pienso canino. Dicho alimento se encuentra en una diversidad muy amplia de
marcas y etapas que afirman favorece el correcto desarrollo canino.
Carne cruda, alimento húmedo y comida seca para perro en un recipiente.
Sin embargo, también existe una tendencia dentro de los fabricantes de comida procesada de eliminar por
completo los cereales y granos de sus formulaciones, produciendo piensos secos caninos basados
mayoritariamente en porcentajes altos de proteína de origen animal. Otras tendencias buscan a alimentar a
los perros con comida cruda "mayoritariamente carne", intentando imitar a la alimentación natural de los
cánidos no-domesticados.
Cuando se cambia de marca comercial, o tipo de alimentación, debe ser de forma progresiva, evitando hacerlo
de forma abrupta; los alimentos nuevos deben introducirse gradualmente en un plazo de por lo menos siete a
diez días, al cambiar la dieta, es conveniente ofrecer una cantidad menor del nuevo alimento ya que al
sobrepasarse se pueden iniciar una serie de trastornos gastrointestinales, o también el rechazo de la nueva
dieta.
Un buen indicador de que el perro tiene una buena digestión y excelente absorción de nutrientes son las
heces pequeñas, firmes y oscuras, en cambio los volúmenes grandes de heces pálidas indican una absorción
medianamente óptima. Un perro sano y bien alimentado, mantendrá un peso regular, pelaje brillante, y una
actitud y actividad general dinámicas.
Reproducción
En los perros domésticos, la madurez sexual (pubertad) comienza a producirse a la edad de entre seis y doce
meses tanto en los machos como en las hembras, aunque en algunas razas de gran tamaño puede retrasarse hasta
la edad de dos años. La adolescencia de la mayoría de los perros dura entre los doce y los quince meses de
edad, a partir de los cuales ya son más adultos que cachorros. Como en el caso de otras especies
domesticadas, la domesticación ha favorecido una mayor libido y un ciclo de reproducción más temprano y
frecuente en los perros que en sus antepasados salvajes. Los perros permanecen reproductivamente activos
hasta edades avanzadas.
Las hembras entran en celo dos veces por año, durante el cual su cuerpo se prepara para la gestación y al
pico del cual entran en celo, el período durante el cual están mentalmente y físicamente receptivas a la
copulación. Como los óvulos sobreviven y pueden ser fertilizados durante una semana después de la
ovulación, es posible que una hembra se aparee con más de un macho.
Las perras dan a luz 56-72 días después de ser fertilizadas, con una media de 63 días, aunque la duración de
la gestación puede variar. Una camada promedio se compone de alrededor de seis cachorros. Las razas grandes
tienen camadas más numerosas (un promedio de 8-12 crías), las razas medianas de 6 a 7 crías, y las razas
pequeñas de 2 a 4 crías.
Debido a la cría selectiva algunas razas han adquirido rasgos que interfieren con la reproducción. Los
machos de bulldog francés, por ejemplo, son incapaces de montar la hembra. En la gran mayoría de casos, las
hembras de esta raza deben ser inseminadas artificialmente para que se reproduzcan y darán a luz a través de
cesárea.
Origen
Este perro, natural de México, es una raza muy antigua, originada, según algunos cálculos, hace más de tres
mil años. En la mitología mexica, se creía que los xoloitzcuintles acompañaban a las almas de los difuntos
cuando viajaban al Mictlán, el inframundo, por lo que se les sacrificaba y enterraba junto con los muertos a
los que debían guiar. Hay leyendas que hablan de que Xolotl le dio el xoloitzcuintle como regalo al hombre,
después de haberlo fabricado de una astilla del Hueso de la Vida, el hueso del que toda vida fue creada.
Debido a esto, los mexicas lo consideraban sagrado, y esta adoración se manifestaba en muchas
representaciones esculturales y pictográficas.
Como alimento
Se cree que los perros fueron un alimento tradicional en la cultura mexica. El propio Hernán Cortés reportó,
cuando llegó a la ciudad de Tenochtitlan en 1519, que "unos pequeños perrillos se criaban para alimento",
donde se vendían junto con otros alimentos en los mercados callejeros de las ciudades. Estos animalitos
típicos de la cocina mexica se denominaban itzcuintlis y, dado el parecido con la palabra xoloitzcuintli,
se cree que estos últimos eran consumidos, aunque esa palabra pueda referirse al tepezcuintle, que parecen
perrillos, aunque realmente son roedores.
Después de la colonización europea, este tipo de perro estuvo muy cerca de desaparecer, y fue rescatado de
la extinción por la apreciación hacia este perro por parte de los miembros de la Federación Canófila
Mexicana (FCM), la cual inició un programa de registro y reproducción el 1 de mayo de 1956. A pesar de que
fue exhibido en las competiciones de belleza canina, en los Estados Unidos desde 1883, y aceptado en las
federaciones más respetadas, no logró gran aceptación popular. A mediados del siglo XX, su popularidad en
México tuvo un renacer, y llegó a ser admitido en muchas federaciones caninas mexicanas. En el presente es
reconocido por muchas de las más distinguidas federaciones en otros países y federaciones internacionales,
como la Federación Cinológica Internacional (FCI), aunque en algunos países, como en los Estados Unidos, no
tiene aún tanta aceptación.
Carácter
Es de carácter noble, por naturaleza un perro de compañía, es fiel a su amo. El "xolo miniatura" se distingue
por ser juguetón (perro faldero), Tiene la habilidad de una rata para poder meterse en agujeros pequeños a
la vez tiene la destreza de un gato para escalar hasta dos metros, es capaz de perder la vida por defender
su territorio.
Genética
Genéticamente, los xoloitzcuintles sin pelo se caracterizan por la falta de pelo y de algunos dientes,
fenotipo que se denomina displasia ectodérmica canina, y que se hereda como un carácter monogénico
autosómico semidominante. Esto quiere decir que el rasgo de falta de pelo es determinado por un sólo gen de
un cromosoma no sexual, y que este gen tiene dominancia parcial. Debido a la dominancia parcial, los xolos
tienen un poco de pelo en la cabeza y en la cola. Los xolos sin pelo siempre son heterocigotos (Hh)
es decir, su genotipo se compone por un gen dominante (no tener pelo) y un gen recesivo (tener pelo),
ya que tener dos genes dominantes resulta ser letal. Los homocigotos dominantes (HH) no se gestan,
probablemente porque el gen afectado (denominado FOXI3) es importante en la formación del ectodermo. Las
cruzas entre dos xolos con pelo (hh) sólo puede producir un xolo con pelo, por ser un carácter producido
por la expresión de un gen recesivo. De acuerdo con las leyes de la genética de Gregor Mendel, la cruza
entre un xolo con pelo y un xolo sin pelo tiene un 50 por ciento de probabilidad de producir xolos sin pelo
y otro 50 por ciento de probabilidad de producir xolos con pelo (Hh, hh, Hh, hh), y la cruza entre dos
xolos sin pelo tiene un 50 por ciento de probabilidad de producir xolos sin pelo y 25 por ciento de
probabilidad de producir xolos con pelo (HH, Hh, Hh, hh) el otro 25 por ciento de probabilidad corresponde a
los homocigotos dominantes, que mueren antes de nacer. Cabe mencionar que la única raza de perros sin pelo
que resulta de un gen recesivo es el Terrier americano sin pelo.